sábado, 23 de noviembre de 2013

Oceanía y sus extrañas aves

Casuarios
Un casuario asoma entre el follaje en el nordeste de Queensland, en Australia. Las hembras, como la de la imagen, pueden llegar a pesar 75 kilos. Se desconoce la función del casco que luce sobre la cabeza, pero podría ser un ornamento sexual. 







Los huevos de casuario son varias veces más grandes que los de gallina. El macho los incuba durante más de 40 días. 






Un par de pollos pasa ante una puerta cerca de Kuranda, en el nordeste de Queensland. Ya han perdido el plumón, pero no lucirán el plumaje negro hasta que alcancen la
Un macho de casuario se da un banquete de quandongs, una de sus frutas favoritas. Para comerla, la coge con la punta del pico, luego sacude la cabeza y abre el pico de par en par para tragársela entera. 



Las señales de tráfico que advierten a los conductores del paso de causarios son habituales. La de la imagen, procedente del bosque de Daintree, es más cómica que la mayoría. Las carreteras suponen un problema para estas aves: además de que dividen el bosque, cada año mueren atropellados varios casuarios.










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