miércoles, 18 de agosto de 2010

Sacrificios...

La clave de todo estudiante de mecina que luchamos para ser un buen médico en el futuro es aquello a lo que renunciamos: sueño, amigos, una vida normal. Lo sacrificamos todo por ese único momento emocionante, ese momento en el que legalmente te puedes llamar cirujano, pero hay días en los que hacer esos sacrificios parece una locura... y luego están los días en los que todo parece un sacrificio y, por último están los sacrificios que ni tu misma sabes porque estás haciendo.

Un hombre sabio dijo una vez que puedes tener todo en esta vida si sacrificas todo lo demás por ello, lo que quería decir es que nada viene sin un precio a pagar, así que, antes de entrar en batalla, más vale que decidas cuanto estás dispuesto a perder por ello. Demasiado a menudo, ir a por lo que sienta bien significa dejar a un lado lo que sabes que es correcto. Dejar que alguien entre en tu vida significa abandonar las paredes que llevas toda una vida construyendo, por supuesto que los sacrificios más duros son lo que no vemos venir cuando no tenemos tiempo de formular una estrategia para elegir un bando o para medir la perdida que sufriremos, cuando esto ocurre, cuando la batalla nos elige a nosotros y no al revés, ahí es cuando el sacrificio puede resultar mayor de lo que podemos soportar.

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